Pues si, será mejor irse mentalizando por ambas
partes: tanto el cada vez mayor número de personas aplastadas sin compasión por
las políticas capitalistas, que nos abocan a la miseria, como el estado y sus
lacayos, que van a necesitar muchas,
muchíííííííííííísimas más cárceles para encerrar a todos los que osen oponerse
a sus criminales actos. Y es que la mitificada “transición” y “democracia” se
viene abajo por momentos, demostrando su verdadero rostro terrorista y fascista
a manos del Partido Popular y sus cómplices PSOE-IU. Ejemplos de represión
creciente tenemos varios recientemente en Andalucía: detención de una activista
en Sevilla por hacer una pintada contra la ley del aborto, condena de tres años
y un día de prisión para un estudiante y una trabajadora por participar en un
piquete informativo durante la huelga de marzo de 2012 en Granada, o la detención
del miembro del SAT Andrés Bódalo en Jaén acusado de amenazas y coacciones a un
empresario agrícola en Baeza, cuando lo que en realidad hacía era informar de
sus derechos laborales (de los pocos que van quedando) a los jornaleros
explotados por los negreros burgueses.
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Andrés Bódalo |
Pero el caso más sangrante nos parece el de la
condena de un año de prisión por la Audiencia Nazional a la joven jiennense Alba
González por un delito de enaltecimiento del terrorismo al pedir en la red social Twitter la vuelta de los GRAPO
en el año 2012 mediante mensajes con "contenido
ideológico de elevado carácter radical y violento" según la
Fiscalía, además de colocar una imagen con las fotografías de presos de esta
organización armada y de otras organizaciones políticas (PCE-r) y solidarias
(S.R.I.) "con la finalidad de exaltar su actividad” (¿que actividad? ¿no se supone que están desmantelados?).
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Alba González |
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Otros mensajes fueron pidiendo la libertad del
preso político vasco Arnaldo Otegui y del Secretario General del PCE (r) Manuel
Pérez Martínez “Camarada Arenas”, que recordemos es el único Secretario
General de un Partido Comunista preso en Europa desde que los nazis
encarcelaron al búlgaro Georgi Dimitrov en 1933. Y todavía nos quiere hace creer este individuo que han puesto de
Ministro de Interior que en esta “democracia a la española” no hay presos políticos, y lo más grave es que
desde su posición de poder amenaza a quienes le lleven la
contraria, dando rienda suelta a su instinto autoritario. Podemos llegar a la
conclusión de que o este tío no ve la realidad a un palmo de su nariz, o nos
quiere tomar a todos por idiotas faltándonos al respeto y a la inteligencia.
Vamos a dejarle las cosas claras, aunque ni merezca la pena ponerse a su nivel
de cerrazón mental: la definición de PRESO POLÍTICO es “El que lo está a causa de su ideología política“ y según la RAE algunas
acepciones de POLÍTICO son “Arte, doctrina u opinión
referente al gobierno de los Estados // Actividad de quienes rigen o aspiran
a regir los asuntos públicos // Actividad del ciudadano
cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o
de cualquier otro modo”. Mas claro lo deja Wikipedia: “Un preso político o prisionero
político es cualquier persona física a la que se mantenga en la cárcel o
detenida de otra forma, por ejemplo bajo arresto, porque sus ideas supongan un desafío
o una amenaza para el sistema político establecido, sea este de la naturaleza
que sea”. Hay personas en las mazmorras del
estado español sin haber empuñado un arma en su vida acusados de “terrorismo” o
cargos similares por su militancia ideológica contraria al sistema político
actual o simplemente por dar su opinión (como Alba), y el “señor” ministro de
interior mezcla churras con merinas al decir que no hay presos políticos, solo
“asesinos”. Una cosa es el OBJETIVO y otra muy distinta la ACCIÓN. Dos personas
puede cometer una misma acción violenta (por ejemplo, un homicidio) por
distintos motivos y ser encarceladas por ello. La diferencia entre ambas es su
MOTIVACIÓN POLÍTICA. Si uno mata para enriquecerse, para drogarse o por celos
no podemos decir que sea un preso político. Diferente es que lo haga por una
causa política, estemos o no de acuerdo con ella. El objetivo político de una
acción punible legalmente es lo que convierte a un preso en político. Se trata
de CONCEPTOS de lo que estamos tratando, no de afinidades ideológicas ni
tácticas. De hecho, apoya nuestro razonamiento el que
la “motivación política”
sea motivo agravante de la pena impuesta en un juicio. Eso muestra que el propio sistema de justicia español discrimina y trata
de distinta forma las acciones de las organizaciones políticas (que “aspiran a regir los asuntos públicos”)
tachadas de terroristas de las que no las son (las acciones que van en contra
de sus privilegios, claro está, los crímenes de bandas nazis y racistas que han dejado decenas de muertes ni siquiera son
contabilizados como actos de terrorismo).
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Pantallazo del twitter de Alba con fotos de presos |
Lo más esperpéntico es que uno de
los considerados tuits violentos de
Alba se trata de una cita del escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti, colaborador en su tiempo del violento diario El País y del violento músico Joan Manuel Serrat, investido
como Doctor honoris causa por las violentas
Universidades de Alicante y de Valladolid, y galardonado con el violento Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana, entre otros. La violenta
cita de este violentísimo autor dice:
“hay tres clases de gente: las que se matan trabajando, las
que deberían trabajar y las que tendrían que matarse".
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El violento Benedetti |
Violento si la interpretamos fuera de contexto,
como han hecho los magistrados y fiscales con las manifestaciones de Alba, si
tener en cuenta que su opinión es reflejo del malestar que afecta a millones de
trabajadores acosados por el desempleo, el trabajo precario, la represión, la
corrupción, la pobreza, los desahucios, el sufrimiento y la angustia diaria,
los suicidios, y en definitiva, la injusticia de padecer todo
esto a la vez que los políticos, empresarios y banqueros se llenan los
bolsillos, la policía y los jueces se encargan de reprimir al pueblo y los
fascistas campan a sus anchas por los foros de internet y las redes sociales (y
por ahora en menor medida en las calles debido a la presión popular
antifascista). Está claro que el objetivo es
intimidar y asustar a las personas que se atreven a protestar y plantan cara a
este sistema explotador y terrorista. Y es así por la impunidad de la que gozan
los defensores del régimen. Valgan algunos ejemplos:
La “Justicia” protege al torturador condecorado Antonio González Pacheco “Billy el Niño”. Él no es un terrorista fascista, sino un servidor
de la “democracia”, como el resto de policías desde el franquismo hasta la
actualidad, que se dedican a agredir e insultar a niñas de 12 años, dejar en coma o tuertas a mujeres, y otros crímenes (incluido el asesinato) por los que no solo no son
sancionados ni juzgados, sino que además son amparados y protegidos por sus
amos. Porque está claro que ellos no son VIOLENTOS. Como tampoco lo era el
inspirador del estado nacional-católico del que surge como prolongación el
actual régimen, José Antonio Primo de Rivera, el pseudointelectual del fascismo
hispánico y legitimador de la violencia (“la dialéctica de los puños y las
pistolas”). ¿O quizá es tan apabullante la evidencia que podamos decir con
total claridad que este personajillo SI ERA VIOLENTO? Pero como su violencia
estaba enfocada a defender a los capitalistas atacando a los trabajadores,
perpetuando así la injusticia y la desigualdad y manteniendo el “Orden” de los
poderosos, pues deja de ser por arte de magia (y de manipulación) un terrorista
fascista y se le colocan plaquitas recordatorias en pleno centro de Madrid, en
la misma calle donde el PP tiene su sede, junto a la Audiencia Nacional y en la
sede del Instituto Social de la Marina. Mucha casualidad ¿no? Y por supuesto,
nada de “enaltecimiento del terrorismo” en ello.
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Tampoco es delito de “enaltecimiento del
terrorismo” amenazar a determinados cargos públicos y a colectivos enteros
(homosexuales, inmigrantes, etc.) o
hacer apología de la tortura o del fascismo, como hacen los políticos
peperos y sus cachorros (véanse estos
enlaces: 1 - 2 -3 - 4 - 5 - 6 - 7 ), mientras las víctimas sean los
trabajadores y no los empresarios, los banqueros y sus defensores (fascistas,
policías, politicastros, etc.).
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Parece que a la policía y a los jueces deben
gustarles estos mensajes o no se atreven a condenar a sus autores, ya que hacen
la vista gorda. Y se pueden poner cientos de ejemplos más de la doble vara de
medir que aplican estos señores a la hora de juzgar según sea un comunista o
anarquista o un mero “ciudadano” harto ya de tanta injusticia y tomadura de
pelo, o un fascista protegido (e incluso relacionado) por la policía y los grupos “ultras” (incluido el PP) que se mofan cobardemente de los parados y explotados porque no tienen el valor ni la decencia de
denunciar a los poderosos. ¿Pretenden que les sigamos y seamos “putas” del capital? Parece que así es. Pues que
esperen, que van listos.
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NOTA ACLARATORIA: Aunque
salga del tema principal del artículo, aprovechamos la ocasión para dejar clara
nuestra postura ideológica respecto al citado PCE (r), partido político
comunista ilegalizado por el juez Garzón (ese adalid de la democracia y la
libertad...) desde el año 2003 por su
supuesta vinculación con la organización armada GRAPO. En primer lugar dejar
claro que nos referimos a una organización POLITICA, no militar como serían los
GRAPO, por mucho que pretenda la Audiencia Nacional hacernos ver que son lo
mismo, y en segundo lugar que nos referimos a los aspectos IDEOLÓGICOS de dicho
partido, no tácticos ni estratégicos. Hechas estas aclaraciones, decir que de
los textos del PCE (r) a los que hemos tenido acceso nos ha llamado la atención
el tratamiento despectivo que se le da a la cuestión del nacionalismo andaluz,
chocando así con uno de nuestros principios fundamentales. Concretamente en el
artículo “Lucha de clases y movimientos nacionales en España”, dicen lo siguiente: “la burguesía se ha esforzado por crear artificiales
problemas de opresión nacional allí donde, como en Andalucía, la única
opresión que ha existido siempre ha sido la de los capitalistas y
latifundistas. Pero no pasó mucho tiempo sin que se demostrara que todos estos
montajes carecían de la más mínima base. Efectivamente, todos los esfuerzos que
hizo el gobierno de la UCD desde las Cortes y a través de la prensa (creando,
incluso, fantasmales partidos nacionalistas,
como el PSA), se vinieron abajo estrepitosamente cuando trataron de atar al
pueblo al carro de su política embaucadora y marrullera”.
El texto, a pesar de tener más de 30 años, jamás ha sido
actualizado ni corregido, poniendo en evidencia un tremendo desconocimiento de
la historia y cultura de Andalucía.
Vamos por partes.
Entendemos por “opresión nacional” una opresión cultural, de un colectivo
diferenciado por cuestiones de IDENTIDAD (lengua, etnia, historia, arte, visión
del mundo, arquitectura, etc.) que ocupa un determinado territorio, por otro
colectivo que no le permite la libre expresión de dicha identidad, incluido el
derecho de organizarse económica y/o políticamente en un Estado independiente.
El caso de Andalucía es complejo, más si cabe que los de Cataluña, Galicia y
País Vasco, que para el PCE (r) parecen ser las únicas nacionalidades oprimidas
por el estado español. ¿Será que se basan en que tienen una lengua propia? Si
es así es una visión muy simplista. También tiene lengua propia Asturias (el bable) y tampoco es considerada nación
oprimida. Sin embargo, por poner un ejemplo, Uruguay y Argentina, pese a ser
naciones limítrofes y tener idiomas e incluso acentos similares, son
consideradas naciones diferentes e incluso rivales en diversas ocasiones a lo
largo de la Historia. Por otra parte, el euskera
es una lengua minoritaria en la mayor parte del territorio del País Vasco (y
hace 30 años más aún debido a la represión fascista), y sin embargo éste es
considerado (y con razón) un país oprimido. Más llamativo resulta el caso de
Canarias, considerada una colonia pese a tener como lengua el castellano. De
ella dicen: “es un territorio africano
que fue conquistado en el siglo XV por la monarquía castellana. Tras el
sometimiento a sangre y fuego de la población aborigen, fueron suprimidos
muchos rasgos étnicos, culturales y sociales de la población guanche y
sustituidos por los castellanos”. ¿Acaso no ocurrió lo mismo en
Andalucía con la expulsión de los moriscos en el siglo XVII, y a la par que el exterminio masivo de indígenas en todo el continente Americano? Lo único que
diferencia a Andalucía de Canarias o Latinoamérica es que no existe un océano
entre la colonia (Andalucía) y la potencia colonizadora (Castilla). Por lo
demás se dan todos los rasgos de una colonia tanto en el plano económico como
cultural.
En cuanto a la
artificialidad del andalucismo, ¿saben estos camaradas que surge a principios del siglo XIX, al igual que el
resto de nacionalismos y regionalismos peninsulares como reacción al
centralismo de la recién creada nación
española para justificar su estado capitalista y centralista? ¿Saben que
existía durante la II República española un anteproyecto de estatuto de
autonomía para Andalucía similar al catalán o al gallego que no pudo ser
aprobado por el alzamiento fascista? Pero el mayor disparate lo tenemos en la
afirmación de que la UCD fue la impulsora del PSA, cuando ocurrió todo lo
contrario. La UCD, temerosa de una Andalucía fuerte y unida políticamente que
luchara contra la opresión nacional y social del estado español, lo que
pretendió (sin éxito alguno por su nulo apoyo social) fue fragmentar al país en
varias comunidades autónomas (similar a lo que hicieron con País Vasco y
Navarra, ambas Castillas o los Países Catalanes). Como no lo consiguieron,
usaron una estrategia de la desmotivación política y social de la mano del
PSOE-PP-IU-PA que perdura hasta la actualidad. También es llamativo, por
contradictorio, que en el artículo que comentamos digan que: “La
burguesía en Cataluña azuza a los obreros catalanes contra los obreros
inmigrados, andaluces y extremeños principalmente, a los que da el
despectivo nombre de murcianos. Un murciano viene a ser para la burguesía
catalana una especie de ciudadano de tercera o cuarta categoría, al que no se
le reconoce más derecho que el plato diario de legumbres con el que reponer su
gastada fuerza de trabajo. La burguesía vasca, por su parte, hace lo mismo
con sus maketos, raza inferior de esclavos con cuya sangre
poder amasar sus riquezas. También es de sobra conocido el chovinismo y la
fobia de los que hace gala la burguesía imperialista castellana frente a los
pueblos sojuzgados por ella misma.” Ciertamente es así, pero ¿no se
basaban los burgueses catalanes, vascos y castellanos en RASGOS DIFERENCIALES
de tipo cultural (idioma, costumbres, etc.) para dividir a los trabajadores,
tal como hacen en la actualidad con los inmigrantes africanos, asiáticos o
sudamericanos? No hay que remontarse a épocas pasadas para comprobar la
opresión nacional que sufre Andalucía: desde una perspectiva económica hemos
pasado de ser un granero de materias primas y fuente de mano de obra barata
para el resto del estado a ser un país cuya actividad está casi exclusivamente
enfocada al turismo vacacional de las clases altas y las cada vez más reducidas
clases medias de Europa, así como foco de mafias internacionales, algo parecido
a la Cuba de los años cincuenta. Y desde una perspectiva cultural, fuera de
Andalucía nuestra forma de hablar y expresarnos como pueblo es empleada o bien
para denigrarnos y reírse de nosotros, o bien cuando les interesa a los
colonialistas españoles, usar nuestra idiosincrasia para identificar lo andaluz
con “lo español”.
El resultado lo estamos viviendo: paro, corrupción,
delincuencia, despoblación de las zonas rurales, falta de conciencia social y
nacional, desarraigo cultural, etc.