Hoy se conmemora en el día de la IIª República
española, cuya instauración en 1931, aunque supuso algún avance en cuanto a
mejoras sociales y al reconocimiento de la pluralidad nacional del Estado español,
no llegó a concretarse en un modelo revolucionario que solucionase los
problemas de los trabajadores. Durante el periodo republicano español, los
gobiernos burgueses no dejaron de reprimir al pueblo (ejemplo de esto es la
orden de exterminio de jornaleros en Casas Viejas dada por Azaña). No hay que
olvidar que el hecho de ser un estado republicano NO GARANTIZA NADA respecto a
la mejora en las condiciones sociales de las clases explotadas. Recordemos que
hay regímenes y organizaciones republicanas burguesas, de derechas, liberales,
fascistas, y de todo el espectro reaccionario que podamos imaginar.
En el
caso del Estado español, tras la breve experiencia republicana de 1931-36 se
produce una sublevación de militares fascistas apoyada por la monarquía
borbónica (Alfonso XIII y su hijo Juan de Borbón, padre del actual monarca Juan
Carlos). El objetivo del golpe de estado y posterior guerra fue la restauración
de la monarquía y el sistema de explotación burgués, como queda patente en la
Ley de Secesión promulgada por Franco en 1947, por la cual España pasa a ser
oficialmente un reino. Sin embargo, estudios de la época demuestra que en la
década de los 70, la mitad de la población apoyaba un sistema republicano que
sucediera al franquista, más del doble de los defensores de la monarquía (el
20%). La labor del traidor Santiago Carrillo a espaldas de los militantes del
Partido Comunista, pactando con Juan Carlos el reconocimiento de la monarquía a
cambio de obtener ciertas cotas de poder, ayudó a sostener el actual régimen
genocida democrático-capitalista en los comienzos de la llamada “transición”
cuyo estandarte es la sacrosanta Constitución, que en su artículo
56 otorga al rey la jefatura del estado. Por todo esto (además de
por la escasa catadura moral del propio monarca y allegados, involucrados en
multitud de escándalos silenciados por la prensa propagandística del régimen: implicación
en el intento de golpe de estado del 23-F, oscuros negocios y cobros de
comisiones, complicidad con el entramado de terrorismo ultraderechista de los
GAL, afición al derroche, caza de especies protegidas, amoríos varios, etc.), y
sobre todo por SIMBOLIZAR LA UNIDAD de un estado criminal con los trabajadores
andaluces y del resto de naciones oprimidas, nuestra postura es la de rechazo
frontal a la figura del Borbón y de la monarquía.
Todo lo
dicho NO SIGNIFICA que nuestra lucha se encamine hacia la construcción de una
república española, sin más. No compartimos la idealización de la 2ª República española
por algunos sectores socialistas y comunistas, ya que la consideramos una
república burguesa (a pesar de reconocerle ciertos avances sociales en su contexto
histórico). Tampoco creemos en un republicanismo federal español que no
reconozca los derechos sociales de los trabajadores ni los derechos nacionales
de los pueblos (entre ellos el de autodeterminación). Nosotros defendemos una
REPÚBLICA SOCIALISTA ANDALUZA como paso previo a la voluntaria unión
confederada con el resto de naciones de la Península Ibérica, de Europa y del
mundo, poniendo en práctica la indiscutible y necesaria solidaridad y unidad
internacionalista de los trabajadores contra el capital.