"¿Cuál es
el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el
mismo poder, los mismos derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora
sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras
socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la
riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o
mujer."
Alexandra Kollontai,
comunista rusa.
En el Congreso Internacional de Mujeres
Socialistas de 1910 celebrado en Copenhague (Dinamarca), la líder comunista
alemana Clara Zetkin propuso establecer el 8 de marzo como el Día
Internacional de la Mujer, en homenaje las 140 trabajadoras estadounidenses que
dos años antes habían sido reprimidas y asesinadas por reivindicar sus derechos
laborales y sociales.
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Clara Zetkin y Alexandra Kollontai |
Clara Zetkin y Alexandra Kollontai entendieron el feminismo como una cuestión de clase: el
fin de la opresión de la mujer solo depende de la emancipación de la clase
obrera en su conjunto, ya que dicha opresión procede de las relaciones de poder
del modo capitalista de producción.
La burguesía ha convertido el feminismo en
un movimiento interclasista integrado en las estructuras capitalistas, que
busca que la mujer de la clase dominante disfrute de su poder, mientras que la
mujer proletaria sigue siendo explotada. De este modo oportunista, busca
desorientar a las mujeres desvinculándolas de los hombres por la lucha por la
igualdad, dividiendo y enfrentando a la clase trabajadora.
La opresión del proletariado no entiende de
sexos ni géneros, por eso el feminismo no debe desvincularse de la lucha de
clases. Es necesario reivindicar un Feminismo Revolucionario que avance hacia
una sociedad socialista donde no haya explotación de ningún tipo entre los
seres humanos.
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| Guerrilleras colombianas, filipinas y palestinas, en lucha contra el capitalismo. |
El único camino es la lucha revolucionaria de
hombres y mujeres unidos hacia el comunismo, el único sistema que puede hacer
posible la emancipación femenina.
“Nuestra experiencia ha confirmado
plenamente la necesidad absoluta de vincular el problema de la completa
emancipación de la mujer con el de la liberación nacional y la causa del
proletariado. Sin la participación de la mujer no puede ser llevada a cabo con
éxito la revolución socialista y sin esta revolución, es imposible lograr la
completa emancipación de la mujer”
Enver Hoxha, comunista albanés.
