Un 4 de diciembre de 1868 el pueblo obrero del Puerto de Santa
María, dirigido por Fermín Salvochea
y Paul y Angulo, se alzaba en armas
contra el Estado centralista reivindicando mejoras sociales y autogobierno. La
insurrección se extendería en días posteriores por varias comarcas, pueblos y
ciudades andaluzas (Cádiz, Málaga, Granada, Sevilla,...) dando lugar a una dura
represión.
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Fermín Salvochea Paul y Angulo |
En 1977, más de un siglo después, otro 4 de diciembre dos millones
de andaluces y andaluzas salieron a la calle para manifestarse por el
reconocimiento nacional y la autonomía plena para nuestro país: medio millón en
Sevilla, ciento cincuenta mil
en Málaga, cien mil en Granada, ochenta mil en Huelva y en Córdoba, setenta mil en Cádiz
y Jaén, diez mil en Almería, Ronda y Antequera,
y millares más en cientos de pueblos y ciudades. Incluso en Barcelona
(Cataluña) se manifestaron más de un cuarto de millón de andaluces emigrantes.
La clase trabajadora andaluza fue la principal fuerza movilizadora
de las reivindicaciones sociales y nacionales. Esto sin duda asustó a los que
desde los aparatos del estado, pretendían la consolidación de esta “democracia”
heredera del fascismo etnocida y asesino para continuar en el poder. Se hacía
necesario asustar y reprimir al Pueblo Trabajador, por ello no dudaron en
enviar a la policía española para asesinar de un disparo por la espalda al
joven obrero y sindicalista Manuel José
García Caparrós cuando intentaba colgar una Arbonaida en el balcón de la
Diputación de Málaga. La respuesta fueron disturbios y cargas policiales con
detenciones y heridos por toda la ciudad. Aún conociendo el nombre del policía
fascista de paisano que cometió el crimen a sangre fría nunca se celebró un
juicio, sumando a esta impunidad el olvido y el silencio de ese día.
No bastaba con reprimir y asesinar, además había que reconducir las
reivindicaciones del pueblo trabajador andaluz hacia la vía reformista y
electoralista, a conformarnos con una autonomía incapaz de resolver los
históricos problemas sociales y nacionales de los trabajadores andaluces. Los
partidos “de izquierda” PSOE, PCE y PSA fueron utilizados por la oligarquía
burguesa para engañar al pueblo, mientras que la derecha se reorganizaba y
planeaba mil formas para dividir y enfrentar a los obreros andaluces con
nacionalismos centralistas y falsos regionalismos. Desde el poder se decretó el
28 de Febrero (fecha de la votación por la autonomía) como Día de Andalucía. Se
antepusieron las urnas a las calles, el conformismo a la lucha, la amnesia al
recuerdo. Pero hoy como siempre resiste una Andalucía rebelde y luchadora que
reivindica el 4 de diciembre como Día Nacional de Andalucía, que crece año a
año y va tomando conciencia del poder del Pueblo Trabajador para cambiar la
realidad impuesta por la burguesía y su aparato estatal, que recuerda a sus
combatientes y comprende que el mejor homenaje hacia ellos es continuar su
lucha.
Además, en nuestra Cuenca Minera como en el resto
de comarcas mineras, el 4 de Diciembre (Santa Bárbara) supone históricamente y
por encima de religiosidades, una fecha unida a la celebración del día de la
comunidad minera, caracterizada por su espíritu de lucha.
¡¡VIVA ANDALUCIA
LIBRE!!
¡¡VIVA EL PUEBLO
MINERO!!
¡¡HONOR Y GLORIA A
LOS LUCHADORES SOCIALES!!